domingo, 4 de abril de 2010

El último grito

Pastora Mary Nasich de Castets

A Dios le encanta que tengamos toda clase de bendiciones, la vida que él nos ofrece es una vida abundante

Isaías 54:1-2: Tú, mujer estéril que nunca has dado a luz, ¡grita de alegría! Tú, que nunca tuviste dolores de parto, ¡prorrumpe en canciones y grita con júbilo! Porque más hijos que la casada tendrá la desamparada —dice el Señor—. Ensancha el espacio de tu carpa, y despliega las cortinas de tu morada. ¡No te limites!

A Dios le encanta que tengamos toda clase de bendiciones, la vida que él nos ofrece es una vida abundante, por eso debemos observar nuestra vida todos los días y ver si estamos viviendo de acuerdo al nivel de bendiciones que el quiere, porque una cosa es vivir y otra es vivir abundantemente. Si hay áreas donde te sentís estéril tenes que transformarlas.
Todos en algún punto de nuestra vida nos sentimos así, muchas veces nos encontramos en situaciones que nos sentimos estériles, no tenemos resultados positivos, cuando vemos que hay áreas de nuestras vidas sin vida nos sentimos fracasados, sin fuerza, infelices, humillados, porque queremos llegar y no podemos.
Hoy quiero hablarte de que hacer cuando nos sentimos así, sin vida:
¿Cuántos están pasando situaciones así?
¿Sentís que tu economía esta estéril?
¿Sentís que tu pareja esta estéril?
¿Sentís que tu familia, tu vida esta estéril?.
Voy a decirte dos principios para que salgas del lugar sin vida y pases a la abundancia, a la sanidad, a la prosperidad, y a la bendición sin límite.

  • Reconocer:

Debo reconocer en que área soy estéril que no tengo resultado, el resultado esperado, a veces decimos todo me sale mal y la pregunta es ¿todo te sale mal?, ¿no hay nada que este bueno en tu vida? Yo creo que si, tenes que reconocer la zona a mejorar y no rotular.

Tenes que determinarte a dejar de serlo y tener productividad, Dios quiere que tengas victoria en toda tu vida, solo tenes una vida; ¿como vas a vivirla? Y tu elección tiene que ser vivir en sobre abundancia.

“SI RECONOZCO EN QUE AREA SOY ESTERIL PUEDO INICIAR EL CAMINO A LA TRANSFORMACION”.

Él te promete estar con vos todos los días de tu vida , él dice que cuando pases por el fuego no te quemaras, pero cuando pases no tenes que habitar en el fuego, la esterilidad que estas pasando hoy no es eterna, tu habitat es bendición, prepárate entonces para la bendición.

  • Tengo que gritar.

Nos encontramos muchas veces en situaciones que gritamos y gritamos y no obtenemos nada.

Hay varios tipos de grito.

  • El grito pelado: es cuando llamas a alguien y no encontras respuestas del otro lado.
  • Pedir a gritos: es cuando necesitas una cosa urgente.
  • Poner el grito en el cielo: es mostrar enojo a una persona.
  • Estar en grito: es quejarse constantemente.

Pero lo que dice Dios es ¡¡grita de alegría!! Ese grito es el ultimo grito, el grito de fe de adoración que va a desatar lo que estas esperando.
Jesús cuando multiplico los panes y los peces dio el último grito, dio gracias y el milagro se produjo, y alimento a hombres, mujeres y niños, o sea que alimento a abuelos, padres, hijos, nietos, bisnietos etc. Afecto a generaciones. El grito que vas a dar tiene que ser bien fuerte tiene que durar en el tiempo, tiene que modificar tu condición de vida presente y afectar a la generación que viene.
Cuando aprendemos a gritar fe, ese grito es una siembra y todo lo que siembres lo cosecharas. Prepárate para dar vida a todo aquello que estaba estéril, viene un tiempo de bendición.
¡¡ NO TE LIMITES!! Depende de vos, lo que te atrevas a gritar, es lo que vas a recibir.

  • Ensanchar.

Dios te dice de derecha a izquierda te vas a extender no seas escaso hay mucho territorio que viene a tus manos. Prepara tu territorio porque todo lo que sembraste lo cosecharas, y cada vez que siembres tenes que estar preparados para cosechar.

Cuando sembras fe y esperas ese resultado, esperas lo mejor de Dios.

Salmo 65:9-11 dice:

Con tus cuidados fecundas la tierra,
y la colmas de abundancia.
Los arroyos de Dios se llenan de agua,
para asegurarle trigo al pueblo.
¡Así preparas el campo!
Empapas los surcos, nivelas sus terrones,
reblandeces la tierra con las lluvias
y bendices sus renuevos.
Tú coronas el año con tus bondades,
y tus carretas se desbordan de abundancia”.

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